En este capítulo de «Para qué tanta prisa», mientras nuestras protagonistas toman un café en la ciudad de Roma, Marta no deja de pensar en todas las críticas y dificultades que va a sufrir si responde a una hipotética vocación que «claramente ella no tiene». Su amiga María la pide no adelantarse a los acontecimientos y no preocuparse tanto por «el qué dirán».
Create your
podcast in
minutes
It is Free