Los inversionistas estadounidenses prefieren hacer casas de madera por la disponibilidad del material, los precios son reducidos por la abundancia de madera con la que cuenta el país y la constante movilidad de sus habitantes; referente a que continuamente se cambian de vivienda. Además de beneficiar al sector económico/inmobiliario, también ayuda a no generar mucha contaminación en el medio ambiente.