En este capítulo analizamos esta excelente pelicula de los noventa desde una perspectiva psicológica, aunque incluyendo variados elementos filosóficos, especialmente del nihilismo representado por Tyler Durden, uno de los personajes principales. Una obra cinematográfica que invita a la reflexión sobre nuestras vidas y los valores sociales que apropiamos sin ser plenamente consicentes del malestar que puede implicar.