Los diccionarios y "reglas" gramaticales no tienen la última palabra en el lenguaje, y creer que la tienen puede provocar más daño que ayuda, especialmente para la comunidad trans. El sociolingüista Archie Crowley deconstruye tres mitos comunes en torno al lenguaje y demuestra cómo es un sistema fluido que naturalmente evoluciona hacia una dirección de inclusión.