Una interrogante formulada por Jesús al final de una de sus parábolas plantea un reto de interpretación, sobre todo en nuestra civilización occidental actual, en la que el cristianismo ha perdido por completo el lugar preeminente que tuvo durante más de mil quinientos años. Esta interrogante se encuentra en Lucas 18:8, donde se lee: cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?