En esta meditación, Abelardo de Armas explica que Jesús dijo: “Bienaventurados los que no vieron y creyeron”. Nosotros tenemos el privilegio de ser dichosos, tenemos la bienaventuranza de seguirle por la fe. Ya vendrá un día en que le veremos. Pero ahora sabemos que está vivo. Mi Dios está vivo y creo en Él.