¿Convertirnos a qué? Debemos quitarnos nuestras caras de buenas personas para entrar por la realidad de lo que somos y para darnos cuenta de lo que tenemos que ser. Si no, estás llena de barro y lo ensucias todo; tienes que pararte y quitarte el barro. Ciertamente eso se hace con una buena confesión y con propósito de la enmienda.