En cada relación construimos puentes o muros. Los puentes nos acercan, fortalecen la unión y nos ayudan a caminar juntos en propósito. Pero, ¿qué sucede cuando levantamos muros donde no deberíamos?
En este mensaje hablamos sobre cómo el orgullo es un enemigo silencioso que erosiona el matrimonio, distorsiona su propósito y produce aislamiento. ¿Estamos edificando muros para proteger nuestra relación o para alejarnos?