El único criterio de actuación es Jesucristo, por eso todo aquel que quiera vivir cristianamente sufrirá persecución. Nos conviene mucho pensar las palabras de Jesucristo: «Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia».