En 1412, en Bagno di Romagna, Italia, durante la consagración del cáliz, el vino se transformó en sangre viva y comenzó a hervir hasta el punto de derramarse del cáliz manchando el corporal.
En 1405, en Bois-Seigneur-Isaac, Bélgica, durante la celebración de la Misa, la Hostia consagrada sangró, tiñendo un corporal.
En la catedral de Bruselas, en 1370, robaron Hostias consagradas y las profanaron dándoles puñaladas en acto de rebelión. Al momento, las Hostias comenzaron a derramar Sangre.