¿Has oído alguna vez que alguien llore esmeraldas? Pues si escuchas este cuento descubrirás no solo la categoría de esta jovencita, sino también el porqué de tanto llanto y a dónde puede llegar el alma que es prudente y sabe esperar, aunque a veces los acontecimientos externos parezcan negros y de esos que entristecen a cualquiera.