Crisanto, natural de Alejandría, fue a Roma con su padre Polemio, muy estimado del emperador Numeriano. Se convirtió en Roma al cristianismo. Su padre, pagano, le encerró en un calabozo para que claudicara, pero como no funcionó, le propusieron que se casase con Daría, doncella consagrada a Minerva. Se casaron, y Daría se convirtió también al cristianismo. Fueron delatados y murieron mártires en el año 284.