En este día tuvo lugar el milagro prometido en tantas ocasiones por la Stma. Virgen María. Fue una gracia para la gente y para los niños, pero estos, también tuvieron que sufrir ciertas consecuencias. La gente no paraba de observarles y preguntarles, especialmente a Lucia, y ella, en los momentos de mayor cansancio, ofrecía todo como reparación y por la conversión de las almas de los pecadores.