Nació en el año 473 en Berceo (La Rioja). Decidió dedicarse a la vida contemplativa, por lo que pasó a ser uno de los discípulos del monje Félix, retirado en los montes de Bilibio, cerca de Haro, donde llevó una vida solitaria y penitente. Se sujetó a la disciplina monacal, pero la encontró demasiado holgada y se retiró a la soledad durante 44 años en los montes Distercio, soportando allí las inclemencias del tiempo y la dureza de condiciones del lugar. El obispo de Tarazona, Dídimo le ordenó sacerdote y le puso al cargo de una parroquia. El paso por la parroquia resultó un estruendoso fracaso ya que las tareas administrativas no parecían encajar con su carácter. Decidió volver a su soledad y se retiró al valle de Suso donde transcurrió la última etapa de su vida. Murió el 12 de noviembre del 574.