A veces nos preguntamos si Dios Padre permitió el sacrificio de su Hijo fríamente y sin amor. No, no es un Dios que quiera venganza. Dios Padre se quejaba en su naturaleza humana. El Padre nos ha dado su mayor sacrificio de amor.
Ante Jesús crucificado, sufre la Madre y también el Padre. Recurramos, pues, a ellos, que conocen el dolor y la entrega total de lo que se ama.