El primero de estos sueños se refiere a una profecía que tuvo el santo en la que se le mostró cómo la Iglesia, a pesar de ser zarandeada y pareciendo que va a ser derrotada, el Señor sale a su encuentro y la hace vencer; pero advierte de la necesidad que existe de una verdadera conversión de los corazones. Los otros sueños tienen que ver con cosas más específicas del Oratorio y del estado de las conciencias de los jóvenes.