Finalmente el diálogo entre Jesús y su madre despues de encontrarlo en el templo, nos recuerda algo que los queridos padres y madres de familia olvidan con frecuencia y es que sus hijos pertenecen en primer lugar a Dios y que tiene que llegar un momento en el que, su crecimiento les lleva a tomar sus propias decisiones y seguir su camino cristiano en un estilo distinto muchas veces al de sus queridos padres, como sucedio a Maria y a Jose, Este episodio encarna el cuarto misterio Gozoso del Santo Rosario..
No es siempre facil llegar a una integracion de libertad y responsabilidad, pero cuando hay buena voluntad de ambas partes se llega realmente a la madurez del amor entre padres e hijos.
Seamos agradecidos con nuestros padres, ellos dieron lo mejor de su vida para que hoy seamos esos adultos maravillosos que fuimos ninos cuando ellos eran jovenes.