Es maestro para avergonzarte y la acusación es su marca registrada. Sus mentiras hieren y sus acusaciones aguijonean. Levantará tu ego y tu orgullo sólo para tirarte al suelo y humillarte. Sí, el diablo es fuerte, pero hay un poder que él no puede vencer, y ese poder está de tu lado. Aprende a responder cuando el diablo toca tu puerta.
El diablo vino a robar, a matar y a destruir. Si te ve tirado en el suelo te patearía, pero nuestro momento de mayor debilidad es el momento de mayor fortaleza en Dios; sin embargo, cuando estamos en la cumbre, en lo más alto de nuestros logros, ahí es cuando más vulnerables somos, porque podemos caer en orgullo y el orgullo precede a la caída.