Las cosas siguen de mal en peor. Un levita tiene a una concubina. La concubina le es infiel. Terminan encontrándose en una ciudad donde los hombres deseaban abusar del levita. Al no poder hacerlo, abusaron de la concubina toda la noche. Al haber muerto, el levita la cortó en pedazos y los envió por todo Israel. Dios lo permitió para que Israel recapacitará sobre la terrible condición en la que se encontraban. Lo mismo debemos hacer nosotros en cuanto a los tiempos en los que vivimos.
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