“Si Él está conmigo, ¿quién contra mí?” En esta meditación, Abelardo de Armas explica que el Señor siempre está con nosotros, Él nos lo ha dicho y su palabra no puede fallar. No hay nada que padezcamos que no lo padezca Él en ti. No hay fuerza que necesites que Él te la niegue.