DOMINGO XXVII - ORDINARIO - A - Octubre 4, 2020

Abramos nuestro corazón a la divina Palabra que nos habla cada Domingo a través de la Divina Liturgia Católica recordándonos hoy que la Biblia es la historia del profundo Amor de Dios hacia cada uno de nosotros. Y la historia de nosotros hacia Dios es decir: la historia de un amor no correpondido o muy mal correspondido.  Es triste reconocerlo pero nuestra actitud  frente al tierno amor de Dios es decepcionante. Parece que entre mas Dios nos conciente, mas le defraudamos. Dios es ese Padre de familia  que planto una viña y esa viña somos todos nosotros. Nos permitio nacer en un hogar que respira amor por todas partes puso a mis padres para que me cuidaran con toda clase de atenciones y cuidados apropiados para mi desarrollo y crecimiento tanto físico como espiritual iluminándome con la luz de la Palabra. Cuando crecí me alimentaron con el pan de la vida eterna. La Eucaristía. Vendando mis heridas producidas por las caídas de la vida.  A esa Viña querida que soy yo y cada uno, Dios nos dice hoy: "Que no he hecho por ti o que deje de hacer por ti. Contestame"  Y tendré que agachar la cabeza y decir: Señor todo ha sido gracia y amor de tu parte y de la mía muchas veces ingratitud. Perdonan os y ayudanos a reconocer nuestra actitud para comenzar de nuevo. Les invito a leer el Evangelio de S. Mateo Cap. 21, 33-43