Del 9 al 12 de julio de 1860 la comunidad cristiana de Damasco tuvo que sufrir mucho por la envidia y mala fe de los drusos, una secta misteriosa y fanática que habitaba en Líbano y Siria. Lo que empezó con un pleito entre niños, fue motivo para que los drusos se abalanzaran sobre los cristianos, asesinando e incendiando alrededor de 2.400 casas, las cuales también fueron saqueadas y 6.000 cristianos indefensos fueron asesinados, entre ellos treinta sacerdotes y tres obispos de diferentes ritos cristianos.
También los santos Antonio Nguyen Quynh y Pedro Nguyen Khac, catequistas, alcanzaron la palma del martirio en 1840, siendo estrangulados en Dong, hoy Vietnam, bajo el emperador Minh Manh, por su fe en Jesucristo.