Si en las Sagradas Escrituras encontramos el saludo del ángel Gabriel a María: «Alégrate, llena de gracia», ¿por qué pasan tantos siglos hasta que se proclama el dogma de su Concepción Inmaculada? D. Jorge Fernández Díaz, exministro del Interior e ingeniero, trata de encontrar la respuesta a esta pregunta reflexionando acerca de las disputas trabadas entre grandes teólogos y santos, que no querían dar ni quitar honor y gloria a la Virgen, más de lo que Dios había pensado. D. Jorge nos ayuda a entender esta situación comparando los dogmas a una semilla que planta el Señor y que germina mediante el ejercicio del magisterio. Con un poco de paciencia y caridad, gracias a esas disputas, la Iglesia reflexiona y desarrolla las explicaciones acerca de las verdades que proclama.