El P. Rafael Alonso Reymundo, en «Fuego de amor», expone que debemos estar al servicio de Dios; Él nos ha creado y sabe mejor que nosotros lo que nos conviene. Si somos hijos rebeldes y no nos dejamos conducir por Él, frustraremos nuestra vida. Dios es un Dios bueno que solo quiere lo mejor para nosotros.