En este sueño, san Juan Bosco se encontraba en un valle en el que apareció una luz tal, que tenían que estar con la vista baja para no quedar ciegos. En esto apareció un globo aéreo que significaba la omnipotencia de Dios. De repente, apareció un monstruo que se abalanzó sobre ellos, pero a todos los que imploraron la Misericordia divina, no les hizo daño. Sin embargo, muchos volvieron la espalda a Dios y quedaron muertos, cegados por esa luz y tocados por el monstruo.