Trata siempre a los demás como te gustaría que te trataran a ti. Es una de las enseñanzas de este simpático cuento que narra la historia de Zaqueo. Sí, Zaqueo, el que se hizo amigo inseparable de Jesús. Aunque es una historia imaginada, podría ser perfectamente nuestra historia. Jesús siempre sale a nuestro encuentro, pero espera ver un corazón abierto para recibirlo. Así que, ya sabes: ¡ábrelo mucho, mucho, para que Jesús pueda descansar en él!