Nació el día 30 de noviembre de 1302, en Florencia, Italia, en el seno de una piadosa familia. La juventud de Andrés fue muy borrascosa porque tuvo la desgracia de juntarse con malas amistades, pero se convirtió gracias a las oraciones de su madre. Se hizo fraile carmelita y fue un religioso ejemplar en su comunidad. En el año 1328 recibió la ordenación sacerdotal y pocos años después empezó Dios a premiarle su vida de santidad y de grandes sacrificios, concediéndole el don de obrar milagros. Murió a los 71 años, el 6 de enero de 1373, y fue canonizado por el Papa Urbano VIII en 1629.