Los cristianos sirios descubrieron el Amor en medio de los horrores de la guerra y de la persecución. Dejaron la mediocridad, la pusilanimidad y la tibieza en la que habían vivido tantos años y se pusieron a trabajar con todas sus fuerzas para alcanzar la santidad. Este amor les llevaba a entregarse con mayor generosidad y fidelidad en el servicio de Dios. Tenían el corazón en el cielo y lleno de deseos divinos, se despertó en ellos un fuerte deseo de consolar el Corazón de Jesús. Ellos nos hacen comprender que la verdadera alegría está en Dios. ¡Escucha este podcast completo de «Una persecución luminosa», por el P. Rodrigo Miranda, IVE!