Se habla sobre el futuro de la Iglesia, presentando tanto posturas optimistas como pesimistas sobre los últimos tiempos. Aclara la perspectiva postmilenialista, señalando que algunos creen que la Iglesia conquistará el mundo política e incluso militarmente, aunque el sistema milenial en sí no hace predicciones específicas. Se argumenta que Dios tiene grandes planes para que la Iglesia crezca y madure como el cuerpo glorioso de Cristo, con grandes conversiones entre los judíos antes de la segunda venida. Se apoya tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento para respaldar sus afirmaciones, subrayando la importancia del arrepentimiento y la fe en el crecimiento espiritual de los cristianos.