Ante la petición de Felipe: «Muéstranos al Padre y nos basta», Jesús le dice: «Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre, porque el Padre y yo somos una misma cosa». Vamos a hacer la contemplación de Jesucristo clavado en la cruz, desde ahí nos dice: «Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre».