Jeremy Rizer nació en una familia luterana en la que creció siendo un «pequeño monstruo». Tras la separación de sus padres, todavía muy joven, Jeremy comienza a beber. Le empuja a ello la cultura que le rodea y el descubrirse menos inhibido a la hora de hablar con chicas. Poco después entra en el mundo de las drogas, en el cual permanecerá durante quince años. A través de su madre y de su hermana conoce el Cenáculo. Tras varios programas de desintoxicación fallidos, será Dios el que le saque de este mundo oscuro. Descubre su historia aquí, en «Cambio de agujas».