En esta primera parte, San Juan Bosco narra un sueño que tuvo en el año 1866, donde una fuerte lluvia inundó todo el lugar donde se encontraba junto con los salesianos y los jóvenes. Los que fueron dóciles y obedientes consiguieron salvar su vida, pero los insensatos, desobedientes e imprudentes se perdieron entre las aguas y nunca más se les volvió a ver.