Nuestro pequeño protagonista tenía el feo vicio de no decir nunca la verdad. Llegó un día en que, estando haciendo novillos y después de cruzarse con un fraile, cada mentira empezó a tener consecuencias. A pesar de su estado, tardó un tiempo en arrepentirse y en aprender la lección. ¿Qué le pasó? Escucha este cuento y aprende tú también, para no ser como Valentín.