Lo más grande que ha pasado en nuestra vida es que hemos sido bautizados, ya que a través de esto, Cristo nos ha hecho herederos de la vida eterna. Es el Espíritu Santo el que mueve mi vida, el que la transforma, la transfigura, la hace preciosa… Se tiene que notar que somos bautizados. Tengo que ser agradecido y postrarme a los pies de mi Señor porque, estaba muerto y Él me ha salvado. ¡Escucha esta homilía completa de «Palabras de vida desde la misión», por el P. Christopher Hartley!