Podemos manejar el enojo, que amenaza nuestro bienestar y la buena relación que tenemos con las demás personas, si estamos dispuestos a resistir el impulso de reaccionar, a tomarnos el tiempo para pensar antes de hablar o de actuar, a ser mas pacientes y tolerantes, empáticos y flexibles en todo momento. Recuperar el balance de nuestra vida emocional y asumir la responsabilidad de nuestros actos, nos permitirá vivir de una mejor manera.