Creo que catalogar a un hijo como “preferido” lo jode. Porque lo mete en una cárcel de oro en la que tiene que comportarse de cierta manera y sacrificar su energía para cumplir con las expectativas de sus padres.
Así que limita su libertad para convertirse en el personaje que sus papás aceptan; y no quien realmente es. Te explico más a fondo este tema en este episodio.