¿A que vine a Inglaterra en plena pandemia? A vivir Londres sin turistas, a entender como occidente se transforma y... a infectarme de COVID. Aunque en retrospectiva parece predecible, ser un infectado me permitió y me obligó a pasar tiempo en Inglaterra, paseando por sus parques y calles repletas de palacios, flotando sin tiempo y reflexionando sobre sus logros, sus vicios y sus ciclos de vida. Estas ciudades, repletas de opulencia, son una provocación para el individuo, un recordatorio de las estructuras que han organizado el mundo, de la jerarquía y la aplicación del poder. Pero también son el resultado del trabajo de artistas, constructores y poetas, reflejo de la belleza humana y de los logros de un modelo civilizatorio, nuestra línea del tiempo, que inevitablemente se aproxima a su fin.