Es uno de los cuatro santos de Cartagena. Cuatro hermanos santos: San Fulgencio (obispo de Écija), Santa Florentina (abadesa), San Leandro (obispo de Sevilla) y San Isidoro (obispo de Sevilla). Nació en el siglo VI. Consagró su vida a Dios desde su juventud en un monasterio de San Benito, llegando a ser madre de muchas religiosas. Fue abadesa e influyó notablemente en la formación y santidad de las religiosas de su congregación. Murió en Écija, en la primera mitad del siglo VII y fue enterrada en la catedral de Sevilla cerca de su hermano Leandro, obispo de esa ciudad.