Enero 2021, primeros días del Brexit, hace frio y el foco de la pandemia es Londres, antigua capital imperial, metrópolis de callejuelas zigzagueantes en la que que se suceden edificios de todas las épocas, reflejo de un pasado glorioso y violento. Como su urbanismo desarticulado, donde la ciudad del pasado se entremezcla con la del futuro, Londres encarna el dilema de los tiempos en que vivimos: transición desordenada entre épocas, jardín grotescos en el que también florecen algunas joyas del mundo futuro. ¿En el peor lugar, en el peor momento? Seguro las cosas no pueden estar tan mal.