Puntos de meditación del P. Rafael Alonso Reymundo, 17 agosto 2013
Cuando todo va bien, cuando todo es perfecto según nuestro modo de pensar, cuando las cosas se desarrollan según lo que nosotros tenemos previsto, alabamos a Dios. Cuando se tuercen, qué fácil es blasfemar contra Dios. Sin embargo, San Ignacio dice que el hombre ha sido creado para alabar a Dios, y alabarle en todo momento y de un modo sincero, con un corazón sincero.