Pilar era una mujer que vivía en una pequeña casita y que no había tenido ni marido ni hijos. Cuando una sobrina suya quedó huérfana, ella la acogió en su casa y le enseñó a bordar para que pudiera ganarse el sustento. Al poco tiempo también la tía Pilar murió, dejándole en herencia su pequeño costurero. ¿Quieres saber qué tenía de especial este costurero? ¡Pues estate atento a la historia y además descubrirás el valor de la laboriosidad y la honradez!