¿Qué significa verdaderamente ser Iglesia? No solo asistir, sino cumplir nuestra misión: compartir las buenas nuevas de salvación.
Hoy aprendemos que la fe que nace en el corazón debe confesarse en voz alta, sirviendo, predicando y enviando. ¡Fuimos salvados para servir y enviados para salvar!
Escucha este mensaje que nos reta a vivir una fe valiente y activa.