Jesús está contigo, Él lo prometió, dijo que no te dejaría ni te abandonaría. Su presencia y su ayuda están disponibles para todo aquel que cree en Él y en su poder transformador. Así lo vivió José, en Egipto. Su vida no fue precisamente una «tasa de leche», pero Dios estaba con él y lo sacó vencedor entre toda dificultad. En las buenas o en la malas, experimenta tú también su Dulce Favor.
El favor De Dios se manifiesta en su presencia y ayuda continua para todo aquel que le recibió como Señor de su vida. Dios dispone todo, para bien de los que le aman. Aquellos que Él llamó con un propósito.