Nadie “te hace algo”. Al menos, eso pienso yo. Y lo compartí cuando me lo preguntaron en una de mis pláticas. Se puso bueno el peloteo de ideas, porque también reflexionamos sobre:
- Lo que he aprendido del perdón.
- Los huevos para amar
- Cómo se esfuman los juicios cuando hacemos lo que amamos.
¿Y tú qué opinas? Déjamelo en los comentarios. Estaré leyendo algunos.