Hace treinta años, el joven identificado como el 11º Panchen Lama, la segunda figura más importante del budismo tibetano, desapareció. Grupos de derechos humanos y tibetanos en el exilio acusan al gobierno chino de secuestrarlo, una acusación que Pekín niega. Tres décadas después, el paradero de Gedhun Choekyi Nyima sigue siendo un secreto muy bien guardado.