El SSI, creado en 1972, no ha permitido que los residentes en Puerto Rico puedan solicitarlo desde sus incios. Esta es una ayuda para que personas ciegas, discapacitadas o adultos mayores, de bajos ingresos puedan tener una mejor calidad de vida. Se estima que en Puerto Rico hay 455,200 personas que serían elegibles. Este episodio es parte de una serie especial publicada por El Nuevo Día que refleja el discrimen contra los puertorriqueños que necesitan recibir esta ayuda por sus diversas condiciones de salud.
Este proyecto fue trabajado junto al Centro Annenberg para Periodismo de la Salud de la Universidad del Sur de California, que apoya la divulgación de historias sobre equidad y salud.