Compartir la Palabra de Dios a los no Creyentes es una muestra del amor de Dios derramado en nuestros corazones. Somos obedientes si cada vez que se presenta la oportunidad, presentamos el evangelio a quienes aún no le conocen. ¡Comparte la Palabra de Dios! ¡Por gracia recibiste, dalo de igual manera por gracia!