Nació en Francia en 1782. La familia, debido a la Revolución Francesa tuvo que huir a Italia. En Turín, recibió una educación fundamental que le acompañó siempre. Se hizo sacerdote y fundó los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, para evangelizar a los pobres, y durante cerca de veinticinco años ilustró infatigablemente a la Iglesia con sus virtudes, su labor, sus sermones y sus escritos. Murió el 21 de mayo de 1861.