¿Alguna vez, viendo el sufrimiento de Jesús en la cruz, has querido cambiarte por Él? Nuestro protagonista de hoy, un piadoso fraile, se lo pedía constantemente al Señor, y nuestro bondadoso Dios se lo concedió con la sola condición de que tendría que permanecer en silencio. ¿Creéis que el pobre fraile lo consiguió? ¡No te olvides que Dios, aunque parezca callar, nos escucha siempre!