10 de diciembre de 2011
P. Henry Kowalczky
A veces los católicos son demasiado silenciosos. No hablan cuando tienen que hablar. Es como si hubieran dejado la lucha. Hay momentos en que hay que dar testimonio de nuestra fe, dar razones de por qué creemos en Jesucristo, y tenemos que hacerlo. Si no, la gente del mundo no ve el testimonio.